Aleida Guevara, hija de Che va a Curitiba, Brasil y manifiesta solidaridad con Lula
Ler em português
Aleida Guevara tenía 4 años y medio cuando vio a su padre, el líder revolucionario Ernesto “Che” Guevara, por última vez. Hoy a los 57 años, ella cuenta que la memoria más presente que tiene de su padre es el amor. “Che era un hombre que sabía amar”, dice.
Fue también ese el principal sentimiento que la médica cubana transmitió en sus palabras durante la visita a la Vigilia Lula Libre y al Centro de Formación Marielle Vive, este miércoles (26), en Curitiba.
La médica llegó al Centro de Formación por la tarde, cuando tenía lugar un aula del Curso Básico de Formación de Militantes – Región Sur, dictada por el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). Les habló a los estudiantes del curso sobre la necesidad de la organización popular para la garantía de derechos y defendió como lucha prioritaria el cambio de la Constitución brasileña.
“¿Dónde están las leyes que protegen el pueblo? Si queremos un Brasil diferente, tenemos que luchar por un cambio en las leyes. ¿Qué tipo de justicia social existe en un país donde se prende a alguien sin pruebas del crimen?”, cuestionó Aleida.
Hablando por cerca de 40 minutos para un público de más de 60 militantes, la activista cubana dijo reconocerse también como una militante sin tierra. Ella recordó cuando conoció a Roseli Nunes, Rose, militante del MST asesinada en 1987 en el municipio de Sarandi, en Rio Grande do Sul. O, como Aleida definió, una madre que luchaba para dar de comer a sus hijos. Fue a partir de ese encuentro que Aleida dijo comenzar a entender el sentido de la lucha popular.
“No importa el nivel cultural o la ideología, lo que importa es que somos seres humanos y necesitamos dignidad para vivir, para alimentar a nuestros niños. Si queremos tierra, tenemos que luchar por eso, tenemos que trabajar por nuestra gente”, dijo la médica.
Después del conversatorio, Aleida fue hasta el bosque de la solidaridad, donde plantó una araucaria, el árbol símbolo del estado de Paraná. Lo hizo en homenaje a Aleida March, madre de Aleida Guevara y segunda esposa del Che.
Dónde están las pruebas contra Lula
Aleida pasó todo el día en Curitiba. Además de hablar ccon los militantes del curso de formación, ella hizo un conversatorio en la Vigilia Lula Libre, frente a la Superintendencia de la Policía Federal, donde el ex presidente Lula está preso hace 172 días.
Aleida ponderó sobre la prisión de Lula, afirmando que no existe hombre o mujer que no cometa errores. Sin embargo, los errores deben ser señalados con pruebas. “Es posible que Lula se haya equivocado, ¿pero, dónde están las pruebas? Si no muestran pruebas, no me dan otra alternativa sino pensar que son mentirosos”, dijo.
Afirmándose indignada con la prisión del ex presidente, Aleida dijo a las personas presentes en la vigilia que no estaba allí para dar soluciones para la actual coyuntura brasileña. “Sólo puedo mostrar que, si, se puede vivir de otra manera”, afirmó.
La hija del Che habló además sobre la experiencia cubana, una república socialista que vive bajo embargo económico de los Estados Unidos desde la década de 1960, cuando el gobierno revolucionario expropió bienes que ciudadanos y compañías estadounidenses mantenían en Cuba.
Siendo el único país socialista de América, Cuba es reconocida por la calidad de sus sistemas de educación y salud. En la isla, el 13% del Producto Interno Bruto (PIB) se destina a educación, uno de los motivos por los cuales el país tiene el mayor índice de desarrollo en Educación de América Latina.
Además de eso, la tasa de alfabetización de la población cubana es de 99,8%. Los servicios de salud cubanos son enteramente gratuitos y el país tiene hoy el menor índice de mortalidad infantil de América Latina.
“Cuba es una isla pequeña, cerca del gobierno terrorista más peligroso del planeta. Y aún así, Cuba resiste. ¿Por qué conseguimos conmemorar 60 años de revolución socialista?”, pregunta Aleida, completando con la respuesta: “por la unidad del pueblo. Cuando un pueblo se une, la injusticia acaba”.
Después del conversatorio, Aleida Guevara participó del tradicional “Buenas noches, presidente Lula” y volvió al Centro de Formación Marielle Vive para inaugurar un grafiti hecho en uno de los muros del local en homenaje a Che Guevara.
Edición: Diego Sartorato | Traducción: Pilar Troya