21 de agosto de 2020
Foto: reproducción / YouTube

La operación Lava Jato fue nuevamente criticada por las ilegalidades cometidas a lo largo de sus seis años. Quién analizó la conducta problemática de la operación esta vez fue el jurista y sociólogo Boaventura de Sousa Santos, durante un debate transmitido por el Grupo Prerrogativas esta semana.

Boaventura resaltó que el Lava Jato es apenas una parte de la estrategia de los Estados Unidos para hacer frente a la influencia de China y la fuerza de los Brics en América Latina. “Obviamente, Brasil es una pieza muy importante en esta estrategia y hubo personas encargadas de conducir esto. ‘Estas personas’ tienen nombre: Sergio Moro.” Según el sociólogo, la operación intentó transmitir la idea de que la lucha era contra la corrupción cuando, en verdad, “ha sido una lucha extremadamente política porque es extremadamente selectiva”.

“Lo que hemos visto acá fue realmente una lucha inquisitorial (…) creada no sólo por una dimensión externa, sino también por una dimensión mediática. No es casualidad que un partido [el Partido de los Trabajadores] y una persona [el ex presidente Lula] son demonizados todos los días en la prensa, en un país muy vulnerable a este tipo de comunicación, sobretodo televisiva (…) Por lo tanto, yo pienso que no es un ‘activismo judicial’, es una delincuencia judicial”, afirmó.

Encuesta académica
El análisis fue hecho durante una transmisión en vivo del Grupo Prerrogativas, en el lanzamiento de los resultados del proyecto. La encuesta recibió los comentarios de Gisele Cittadino, Juarez Tavares y José Geraldo de Sousa Junior, representantes de algunos grupos de investigación que lideraron la iniciativa.

El proyecto buscó descubrir la opinión de la comunidad académica de juristas sobre la conducta de Sergio Moro en los procesos contra el ex presidente Lula, y sobre el proceso de parcialidad en contra del ex juez.

Los resultados apuntan a que casi cien por ciento de los participantes consideraron que el sistema de justicia brasileño fue completamente violado, también que el principio de la imparcialidad no fue garantizado en los procesos contra Lula y que, por eso, el ex presidente no tuvo acceso a un juicio justo y legal.

La encuesta consultó a casi 300 académicos de los campos de derecho procesal penal, derecho constitucional, derechos humanos y asignaturas relacionadas, la mayoría de ellos provenientes de las mejores universidades de Brasil.

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