8 de diciembre de 2020
Marielle Franco, el agosto de 2016. Foto: Mídia Ninja

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se pronunció el martes (8) sobre el hito de 1000 días del brutal asesinato de Marielle Franco, y su conductor Anderson Gomes. Ellos fueron víctimas de un atentado en el centro de Río de Janeiro en 14 de marzo de 2018, cuándo Franco ejercía su mandato de concejala.

“El asesinato de Marielle dice mucho sobre el Brasil en el que vivimos actualmente. Hace 1.000 días que el país aguarda respuestas. Hace 1.000 días que estamos presenciando la escalada del odio, de la política de amenazas, del preconcepto y de la intolerancia. Precisamos que haya paz y justicia. Justicia para Marielle y para Brasil”, dijo Lula da Silva a través de su cuenta de Twitter.

Marielle dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos en Brasil, como explican Anielle Franco (su hermana) y Jurema Werneck en artículo publicado en el OpenDemocracy. “Marielle Franco es un gigante, tanto por la trayectoria en su vida como por la movilización social, personal y digital que provocó su asesinato. Hija, madre, activista, negra, LGBT y criada en el complejo de favelas da Maré, reunía en su propia biografía la lucha a favor de las poblaciones más vulnerables, a favor de las personas que sobreviven, a pesar de los espacios que se les niegan y la violencia que sufren”, afirmaron.

Son también 1000 días de impunidad. Hasta el momento, las únicas personas detenidas son los ex policías Ronnie Lessa y Élcio Queiroz, encargados de haber sido los ejecutores del crimen. Ambos están vinculados a las milicias de Río de Janeiro y están en el entorno inmediato de la familia del presidente Jair Bolsonaro, que ha obstaculizado las investigaciones desde el inicio. El actual presidente de Brasil llegó, incluso, a interferir directamente en el comando de la Policía Federal de Río de Janeiro, que investiga el caso.

Como concejala y activista, Marielle tenía una posición abiertamente contraria a la violencia promovida por la policía y milicias de Río de Janeiro, hecho que, junto a la defensa de los derechos humanos, es apuntado como posible causa del crimen. Sin embargo, no han avanzado las investigaciones de la razón del crimen y los mandantes de este asesinato brutal aún no fueron desvelados.

De hecho, la falta de respuestas refleja el momento político del país posterior al golpe, donde la destitución de Dilma Rousseff en 2016 y el encarcelamiento del expresidente Lula da Silva durante las elecciones presidenciales de 2018 allanaron el camino para el proyecto autoritario de Jair Bolsonaro. Tal proyecto se ha manifestado en la escalada de la violencia policial, del autoritarismo, del racismo, y de la degradación de las condiciones de vida del pueblo. Todo lo que Marielle Franco siempre luchó contra.