19 de septiembre de 2019
Foto: José Eduardo Bernardes

Sérgio Moro es un criminal. La sentencia fue la síntesis del encuentro organizado por la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD), este lunes (19), en la Facultad de Derecho de la Universidad de São Paulo (USP), para lanzar la campaña “Moro Miente” – esta iniciativa tiene como objetivo explicar a la población cuáles fueron los delitos cometidos por el Ministro de Justicia y Seguridad Pública mientras era juez de la Operación Lava Jato.

Las ilegalidades cometidas por Moro en el ámbito de la Lava Jato fueron reveladas por Intercept Brasil, que divulgó las conversaciones que el ex juez mantuvo con miembros del grupo de trabajo, que culminaron con el arresto del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el día 7 de abril de 2018.

Los diálogos revelan la actuación del exjuez como jefe de la operación, en diálogo permanente con el fiscal Deltan Dallagnol, orientando las investigaciones de la Fiscalía Federal y, paralelamente, interfiriendo en el panorama político que propició la elección de Jair Bolsonaro (PSL) – del cual ganó el cargo de Ministro.

Para Tânia Oliveira, de la Coordinación Ejecutiva Nacional de la ABJD, esta es una “página infeliz de nuestra historia. Hoy nos enfrentamos a un gobierno de características claramente neofascistas que ve a los adversarios políticos como enemigos, con una composición altamente militarizada y que destruye día tras día la participación social en la formulación de políticas públicas”, declaró en la apertura del evento.

Según Oliveira, “Sergio Moro es una farsa y tuvo que romper con las cuestiones más elementales de un magistrado” para imponer al país un proyecto político que no ganaría en las urnas si no fuera por la obstrucción de Lula como candidato.

Las críticas al exmagistrado continuaron con la jueza jubilada Kenarik Boujikian, quien pidió para apartar “de inmediato a Sérgio Moro del Ministerio de Justicia. Son 500 días de injusticia. No aceptamos un juicio que corrompe las instituciones. Moro miente porque tiene proyectos personales e hizo de este juicio un fraude. El poder judicial está en deuda con el pueblo brasileño. Es hora de que la Corte Suprema cumpla su papel, liberando, tardíamente, al presidente Lula, reivindicó.

Kelly Maffort, de la dirección del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), resaltó la importancia de la credibilidad del poder judicial, “para que los trabajadores sin tierra y sin hogar, que son los más vulnerables, que están sufriendo con la reintegración de posesión, puedan creer en la justicia. Por ello, es importante que Moro salga inmediatamente del cargo de Ministro”, señaló.

Fernando Haddad, candidato del PT a la presidencia, derrotado por Jair Bolsonaro – que fue aupado por la popularidad de la Lava Jato -, afirmó que si Moro no hubiera interferido en el proceso político, “Lula subiría la rampa del Palacio del Planalto el día 1 de enero de 2019”.

El exministro de educación atacó al exjuez. “Moro miente, pero Moro además de ser un pinocho, es un títere. Es una persona que durante los ocho meses al frente del ministerio ni siquiera ha honrado su cargo, siendo humillado por el gobierno que decidió seguir, tras haber cometido una de las mayores injusticias en la historia de este país”.

Vea una parte del discurso de Haddad durante el evento:

No solo nos asombra lo que sucedió con Vaza Jato, también nos asombra el comportamiento de los militares bolsonaristas. Porque tenemos que empezar a llamar las cosas por su nombre. No podemos llamar de Fuerzas Armadas media docena de generales entreguistas que están del lado de Bolsonaro. No podemos llamar de Fuerzas Armadas quiénes deshonran el uniforme y deshonran a Brasil al entregar el patrimonio nacional. Y lo que está sucediendo en este país es que cada vez que la Corte Suprema es llamada para hacer justicia, entra en escena un militar bolsonarista amenazando al Supremo, haciendo llamadas telefónicas y diciendo que tiene 300.000 hombres armados, tuiteando para cohibir a los jueces del Tribunal Supremo. Lo que tenemos que hacer es limitar la intimidación al poder judicial. Tenemos que liberar al poder judicial para que pueda cumplir con su deber y definitivamente declarar este proceso como una farsa y liberar a Lula para que esté con nosotros. Y finalizo preguntándole al general bolsonarista que dijo que tiene 300.000 hombres armados: ¿Es que usted tiene miedo de un solo hombre? ¿Tiene usted miedo de un hombre desarmado que solo usa saliva y lengua para convencer a la gente de un proyecto generoso? ¿Usted no consigue enfrentar a una persona en la calle, diciéndole la verdad al pueblo? Eso no es digno del uniforme, eso no es digno de las Fuerzas Armadas. Lula tiene que estar entre nosotros y el Supremo tiene que declarar la inocencia de Lula. Y eso es lo que estamos reivindicando. Lula libre.

Brasil de Fato | Edición: Rodrigo Chagas | Traducido por Cristina Barbosa.