12 de marzo de 2020
Foto: Ricardo Stuckert

El ex presidente Lula da Silva regresa a Brasil después de casi dos semanas viajando por Europa para discutir la lucha contra la desigualdad. Durante su estadía, cruzó tres países y también abordó temas como el medio ambiente, el futuro del trabajo y la financierización (dominio financiero) de la economía con las más diversas personalidades políticas, intelectuales, sindicatos y activistas. El éxito del viaje revela el prestigio del ex presidente, históricamente considerado un ícono internacional en la lucha contra la desigualdad.

Lula comenzó la gira en París el 1 de marzo y luego visitó Ginebra y Berlín, cumpliendo una intensa agenda de reuniones, conferencias y debates.

Berlín
La última cita en Berlín tuvo lugar esta noche (11 de marzo), cuando se reunió con el presidente de la FES, Fundación Friedrich-Ebert (Friedrich-Ebert-Stiftung), Kurt Beck, después de reunirse con Martin Schulz, ex presidente del Parlamento Europeo y miembro del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).

Schulz, quien fue a Curitiba a visitar a Lula durante su prisión política, nuevamente defendió la inocencia del ex presidente: “Si Lula hubiera sido candidato, Bolsonaro no se habría elegido. Metieron el candidato favorito a la prisión y eso tiene el aire de un golpe de estado. No soy abogado, pero veo que la ley fue torcida para cumplir con las intenciones de sus opositores. Lula no fue tratado de acuerdo con las normas del Derecho”, dijo.

Lula ya se había reunido antes con otros miembros del SPD: Niels Annen, diputado del parlamento alemán, y con el presidente del partido, Norbert Walter-Borjans. También habló con el líder de Die Linke, Bernd Riexinger, y con figuras políticas del Partido de la Izquierda Europea, además de la ex ministra de la Justicia alemana, Herta Däubler-Gmelin.

En la capital alemana, el ex presidente impartió dos conferencias. El 9 de marzo se reunió con representantes sindicales para discutir la situación actual de la clase trabajadora. “Los pobres y los que tienen más necesidades continúan pagando el precio de las crisis del capital financiero. Es necesario crear una ola global contra la concentración de la riqueza para combatir las raíces de la desigualdad”, declaró en ese momento.

Al día siguiente, participó a un debate organizado, entre otros organismos civiles, por la Iniciativa Alemana y el Comité Lula Libre de Berlín. El acto, titulado “La defensa de la democracia en Brasil”, tuvo una audiencia de casi 800 personas, de diferentes rincones del mundo.

La agenda en París y Ginebra también fué intensa.

Paris
En París, el ex presidente se reunió con el líder francés del movimiento Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y luego con el ex presidente François Hollande. Los ex jefes de estado hablaron “sobre el problema climático y sobre la lucha contra las desigualdades, que deben estar en el centro de todas las luchas hoy y para siempre”, afirmó Hollande. Al final del día, la alcaldesa Anne Hidalgo le otorgó al ex presidente Lula el título de ciudadano honorario de París, por su lucha contra la desigualdad y el hambre.

Todavía en París, Lula se reunió con uno de los economistas más influyentes de los últimos años, el autor de “El capital en el siglo XXI”, Thomas Piketty.

Además, recibió la solidaridad de parisinos y activistas durante el Festival Lula Livre, organizado, entre otros, por el Comité Liberten a Lula (Libérez Lula). Durante el evento, Lula nuevamente comentó sobre la persecución política y judicial que ha estado sufriendo: “Desafortunadamente, en Brasil, Lava Jato fue un pacto político entre la Justicia y la prensa. Primero la prensa condena y solo después los jueces de la corte juzgan el caso”, dijo.

Finalmente, se reunió con el ex primer ministro italiano Enrico Letta y con el ex presidente francés Nicolas Sarkozy, para quien el sesgo de Moro fue revelado cuando aceptó ser parte del gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro. En ambas conversaciones, la escalada mundial del autoritarismo fue motivo de preocupación.

Ginebra
Desde París, el ex presidente fue a Ginebra el 5 de marzo, donde se reunió con el director de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), Richard Kozul Wright, y habló sobre Lawfare y derechos humanos con el ex ministro Paulo Sérgio Pinheiro.

El 6 de marzo, en el Club Suizo de la Prensa (Club Suisse de la Presse), el ex presidente destacó el recrudecimiento de los valores humanitarios en el mundo, durante un debate abierto al que asistieron el secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, el director nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra / MST, João Paulo Rodrigues, y representantes del Comité Lula Libre en Ginebra. Da Silva también se reunió con John Shipton, el padre de Julian Assange, en solidaridad al fundador de Wikileaks.

Lula, además, visitó el Consejo Mundial de Iglesias para debatir la lucha contra la desigualdad y el papel de las iglesias en este proceso. Después de la conferencia, el secretario general de la entidad, Olav Fykse Tveit, declaró que los dos trabajarán “juntos por la justicia y la paz” y que Lula es “Un nombre que nunca podremos olvidar. […] Un hombre enamorado de la justicia social con igualdad de derechos y de oportunidades de trabalho y por una economía justa”.

La última cita de Lula da Silva en Ginebra fue una reunión con el director general de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, en la que abordó “los cambios en el mundo del trabajo y la retirada de los derechos de los trabajadores en el siglo XXI”, según el ex presidente ha publicado en su cuenta de Twitter.

Este es el segundo viaje de Lula a Europa este año. En febrero, el ex presidente fue recibido en el Vaticano por el papa Francisco. En Roma, se reunió con el jurista Luigi Ferrajoli y Franco Ippolito, presidente de la Fundación Basso, y participó en un evento con la Confederación General Italiana del Trabajo / CGIL y con el Comité Italiano Lula Libre.

Traducción: Cristina Gomes